En la encantador paraje de Agua Amarga, Cati y Fran escribieron el capítulo más emotivo de su historia de amor. Lo que comenzó como una amistad se transformó en una unión de 11 años, marcada por una fortaleza, perseverancia y valentía que inspiran.
Su boda trascendió el simple evento para convertirse en un testimonio de confianza mutua, respeto y un amor inquebrantable. Cada momento capturado refleja la complicidad única entre ellos; cada gesto y mirada narran una historia de amor cálido, profundo y eterno. La película de su boda es un poema visual destinado a perdurar como testigo de su historia de amor eterno.