El día más importante de vuestra vida no se improvisa.
Y lo que necesitáis no es solo alguien que grabe.
Es alguien que os entienda, os dé calma…
y que lo transforme en algo eterno.
No nací con una cámara en la mano.
Pero desde que descubrí el cine, supe que no quería contar historias:
quería hacer que se sintieran.
Hoy, soy videógrafo de bodas.
Pero lo que realmente hago es capturar cómo se ama, cómo se ríe, cómo se tiembla.
Lo que se vive una sola vez. Y merece recordarse como si fuera arte.
Trabajo con luz, emoción y verdad.
Para parejas que no quieren posar, sino volver a sentir.
Vivo en Almeria.
Pero mi cámara viaja donde haya una historia que lo merezca.
No soy local. Soy emocional. @carlosfelix_weddings
Me gusta el café fuerte, el mar en silencio y un buen vino sin nadie que me apure.
Lo simple me recarga. Y cuando tengo el alma llena, grabo con sentido.
Dicen que les hago sentir en casa. Que no molesto, no poso, no interrumpo.
Estoy ahí, pero sin estar. Y eso, cuando todo va a mil por hora, se agradece.
El cine me salvó de no entender nada.
Me enseñó que una historia bien contada puede doler, curar o emocionarte para siempre.
Eso es lo que intento hacer cada vez que cojo una cámara.
Los 80. Música sin vergüenza, gente sin filtro y una forma de vivir sin pedir permiso.
Ahí me hubiera quedado. Sin etiquetas. Solo ganas de sentir y contar.