Cuando lo tengáis claro. Y si lo tenéis claro, no lo dejéis para mañana. Las fechas vuelan.
Lo justo para que os emocione cada vez que la veáis. Ni larga que aburra, ni corta que se quede coja. La duración perfecta para revivirlo sin mirar el reloj.
Se puede hacer. Si queréis más minutos, más planos, más emoción, lo hablamos y os lo doy. Fácil.
Entre 2 y 3 meses. No me gusta correr para entregar algo mediocre. Prefiero que lloréis (de emoción) cuando la veáis.
Con cámaras que graban en cine y micrófonos que captan hasta los suspiros. Pero lo importante no es el equipo: es lo que se hace con él.
Claro. Dónde haya una historia buena, allí vamos. Maleta, cámaras y acción.
Depende de lo que queráis. Pero si buscáis algo barato, esto no es para vosotros. Hago películas, no vídeos de boda al uso. info
Escribidme. Y os enseño cómo convertir vuestro “sí quiero” en algo que os siga removiendo el alma dentro de 20 años.